El control de España por parte de potencias extranjeras y del judaísmo, viene incluso desde antes del comienzo de la Guerra Fría.
Ya en 1936, pocos días después del alzamiento del 18 de julio, Franco recibió ayuda de banqueros judíos para que sus tropas pudieran cruzar el estrecho y la seguiría recibiendo a lo largo de la guerra. Años después, entre 1956 y 1961, Franco agradecería esa asistencia ayudando a 25.000 judíos marroquíes a huir hacia Israel a través de territorio español.
Aunque el final de la Segunda Guerra Mundial dejó a España internacionalmente aislada, poco tardaron los aliados en darse cuenta de que España tenía un gran valor estratégico en la naciente Guerra Fría.
En 1950, la Asamblea General de las Naciones Unidas anuló bajo la presión de los Estados Unidos y la pasividad de Francia y el Reino Unido el aislamiento aprobado en 1946.
Fue el primer paso para que España pudiera recibir créditos de Estados Unidos a través del Chase Manhattan Bank de Rockefeller y del Export–Import Bank of the United States.
De todas formas estaba claro quien eran el principal beneficiado en esa relación. La mayor parte del dinero prestado debía ser empleado en la compra de productos y servicios estadounidenses. Incluso la construcción de las bases estadounidenses fue financiada con fondos procedentes de esos créditos.
El 23 de septiembre de 1953 España y los Estados Unidos firman los Pactos de Madrid, por los cuales España dejaba que Estados Unidos estableciera cuatro bases militares en España. Además, una larga lista de infraestructuras civiles debían ser puestas a disposición de los estadounidenses en caso de que estos lo necesitaran.
Aunque ya desde tiempos de la Guerra Civil el Nuevo Orden Mundial había apoyado a Franco a través de la petrolera controlada por Rockefeller Texaco, ahora sí que la puerta estaba totalmente abierta para la entrada de agentes de Estados Unidos en España y su libre actuación a lo largo y ancho del territorio nacional.
A partir de este momento el control de España por parte de Estados Unidos y el sionismo internacional es total.
Mientras Franco estuvo firmemente en el poder, este recibió un total apoyo de los norteamericanos. Cuando la salud y la vitalidad del dictador empezó a decaer, se empezó a tejer un plan para que el imperio pudiera mantener el control después de la muerte del dictador.
La presencia de numerosos miembros de la Comisión Trilateral y del Club Bilderberg (ambas instituciones muy cercanas a Rockefeller y el NOM) en las más altas esferas de la sociedad española indican que este control va mucho más arriba del gobierno de los Estados Unidos.
El asesinato de Carrero Blanco, El congreso de Suresnes, el 23-F, el terrorismo, e incluso crímenes como los de Alcacer parecen tener conexiones con los servicios de inteligencia de Estados Unidos y el Nuevo Orden Mundial.
Más recientemente, la crisis económica en España fue causada y gestionada por Alemania, otra colonia del imperio sionista y del Nuevo Orden Mundial, endeudando al pueblo español para siempre.
El control del imperio sionista sobre España y los españoles está garantizado para las próximas generaciones.
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